La Batería Aachen es el único testimonio que queda de la defensa costera alemana de la Primera Guerra Mundial. Para protegerse contra un posible desembarque de los aliados, toda la zona costera fue provista de 35 baterías, con inclusión de una artillería antiaérea ligera de 8,8cm, pero también con una artillería naval más fuerte de 38cm. La construcción de estas baterías costeras por los soldados del cuerpo de los marinos alemanes ha sido una tarea muy difícil. Más tarde su realización sirvió de ejemplo para la construcción del Muro Atlántico.
La batería Saltzwedel neu es uno de los elementos mejor conservados del Muro Atlántico. Esta línea de defensa alemana fue construida durante la Segunda Guerra Mundial y se extendía desde Noruega hasta la frontera española, sobre una distancia de casi 5.300 km. El Muro Atlántico fue una cadena de puntos de refuerzo ininterrumpida que tenía que impedir una invasión del continente por los aliados. A partir del verano de 1941 la batería Saltzwedel-neu fue utilizada por la Kriegsmarine alemana. Inicialmente fue pensada para la protección y la defensa del puerto de Ostende, pero en 1942 fue rebautizada como batería "Tirpitz" y formó parte del Muro Atlántico.
Muchos de los puertos más importantes a lo largo de la costa francesa fueron integrados en el plan de defensa atlántica alemán. Acercándose el final de la guerra, Hitler ordenó la defensa de las posiciones a toda costa, y efectivamente algunas de estas posiciones seguían en manos aliadas hasta la rendición alemana el 8 de mayo de 1945. Varias de las fortalezas costeras habían sido adaptadas como bases de submarinos, y se convirtieron en objetivos primarios para los aliados. Entre sus guarniciones se contaban unidades SS y tropas de origen eslavo.
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HI
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